
Ética del descanso: ¿Qué es y por qué necesitamos comenzar a crear una?
Vivimos en una sociedad que valora a los trabajadores buenos y dedicados, donde trabajar largas horas a menudo se ve como algo de lo que estar orgullosos. Se nos enseña desde una edad temprana a estar siempre ocupados, e incluso a menudo llenamos nuestros horarios de trabajo con reuniones y actividades más allá de nuestra capacidad normal, porque creemos que esto es un signo de productividad para los demás. En muchas situaciones de trabajo, los trabajadores prefieren compensar en exceso (es decir, trabajar más duro) que considerar su propio bienestar. Esta fuerte ética de trabajo por sí sola puede conducir al agotamiento, por lo que es crucial mirar otro concepto: la ética del descanso.
Con la pandemia de COVID-19, muchos trabajadores de diversas industrias siguen trabajando de forma remota. La presión por ser productivo nunca ha sido mayor, y la línea entre el trabajo y las esferas personales nunca ha sido más borrosa. ¿Cuándo fue la última vez que planeó y se tomó un tiempo libre fuera del trabajo? Tomarse un tiempo libre (sin sentirse culpable) para refrescar ideas, estimular la creatividad, relajarse y recuperar fuerzas es una de las herramientas más descuidadas en el mundo del trabajo. Las personas se sienten cada vez más abrumadas por las tareas, y con el fácil acceso a correos electrónicos y aplicaciones en nuestros teléfonos inteligentes, la presión para demostrar que estamos trabajando duro ha contribuido a un aumento en el estrés, la depresión y el agotamiento físico y mental(Burnout).
Sin embargo, debemos señalar que este problema no solo se debe a la pandemia, que solo aceleró la posible falta de equilibrio entre la vida laboral y personal debido al cambio repentino al trabajo remoto. Se trata de una cuestión cultural: muchas sociedades no logran separar las esferas personal y profesional para lograr el equilibrio entre la vida laboral y personal.
El trabajo duro no es lo mismo que la productividad
Contrariamente a lo que se nos enseña, simplemente trabajar duro en realidad no te lleva muy lejos en lo que respecta a la productividad. Lo que se necesita es saber cómo trabajar bien, o trabajar inteligentemente. Debemos saber reconocer nuestros límites y aprender la mejor manera de enfocar nuestro tiempo y esfuerzo. Un trabajador que sabe cómo descansar bien se restaura, se inspira y regresa con nuevas ideas, que eventualmente influirán en la ética de trabajo, la motivación y el entusiasmo. Un trabajador que está cansado y los ve desaparecer en poco tiempo
¿Qué es, después de todo, la ética del descanso?
John Fitch y Max Frenzel, autores del nuevo libro «Time Off: A Practical Guide to Building Your Rest Ethic and Finding Success Without the Stress», definen la ética del descanso de una manera muy simple y efectiva:
«Respira hondo y sosténgalo. Sigue aguantando. ¿Cuánto tiempo puede mantener su inhalación hasta que se vuelva incómoda? ¿Treinta segundos? ¿Unos minutos? No pasa mucho tiempo hasta que todos, eventualmente, necesitamos exhalar.
Piense en su ética de trabajo como la inhalación (es, en cierto modo, tan esencial para su carrera como el aire lo es para su cuerpo). Con una buena ética de trabajo, hacemos, ejecutamos, coordinamos, administramos, cumplimos y hacemos las cosas. Lista de tareas: inhalar. Ejecución del proyecto: inhalar. Hacer que nuestras ideas lleguen a la vida: inhalar. Pero no podemos seguir inhalando para siempre. Eventualmente tenemos que exhalar. Esta exhalación es su ética de descanso, y es igual de esencial.
Una ética de descanso sólida nos regala inspiración, ideas y recuperación. Nos permite construir nuestro entusiasmo y mantener nuestra pasión. Obtener una nueva perspectiva: exhalar. Ideación del proyecto y momentos «aha»: exhala. Dejar que las grandes ideas se incuben en tu mente— exhala. Y así como una exhalación profunda te prepara para una mejor inhalación, tu ética de descanso te permite tener una mejor ética de trabajo».
En el libro, los autores cuestionan la suposición común de que «ocupado» = «productivo» y ofrecen soluciones prácticas para ayudarnos a todos a priorizar nuestra «ética del descanso».
¿Cómo desarrollarlo?
El mayor obstáculo para crear una ética de descanso fuerte es la culpa, por lo que lo más importante es no dejar que la sociedad establezca un estándar de productividad inaceptable porque muchos problemas de salud mental son una consecuencia de la suposición de que tienes que mantenerte al día, y ese es uno de los principales problemas que los líderes de equipo y directores de todo el mundo deben replantear. Así que en primer lugar, entender que las pausas son clave para el trabajo creativo e impecable, ¡y te hará más productivo que nunca! Ese es el camino para darte cuenta de que, como trabajador, lo mejor que puedes hacer es dejar de lado cualquier sentimiento de culpa y valorar el tiempo que pasas haciendo lo que disfrutas, definitivamente serás un mejor profesional que antes.
Cultivar una ética de descanso es crucial para ayudar a los profesionales a ser más eficaces y encontrar alegría en su vida diaria, lo que naturalmente impacta en el trabajo. Desde la perspectiva de la empresa, tan pronto como se des cuenta de que los empleados son su mejor activo, y comienzan a trabajar juntos para mejorar su calidad de vida, la productividad será la consecuencia junto con el éxito colectivo.