Por fin el mundo ha echado a correr tras la pandemia y aislando el torrente de malos presagios económicos que parece que se nos vienen encima, al menos y por fin, disfrutaremos de un cierre de año a toda pastilla. Presupuestos, tomas de requerimientos, presentaciones y cientos de reuniones que ahora sí, si se pueden celebrar. El mundo de las empresas sobrevive que no es poco redefiniéndose cada día e intentando generar resultados, ojalá las administraciones públicas hicieran lo mismo y por fin, se modernizaran como tanto se necesita.
Vivimos ya imbuidos dentro de la llamada transformación digital la cual absorbe todo. Procesos, metodologías, protocolos y un largo etcétera de procedimientos se están revisando con tal de ser más eficaces y eficientes dentro de la cadena del servicio y la productividad. Todos los recursos de los que dispone la empresa se readaptan sabiendo que probablemente en poco tiempo deberán ser de nuevo modificados o revisados.
Dentro de estos nuevos recursos que se están actualizando e incluso reinventando uno de ellos me parece clave: los dashboards y la utilización que de ellos hacemos. Los gestores necesitan con un simple vistazo pulsar el ritmo de su organización y del propio mercado para desde ese punto, tomar cualesquiera tipo de decisión. Desde estos “tableros”, desde estos “cuadros de mando” bien leídos se generan estrategias que pueden salvar los resultados y sobre todo empleo a medio plazo y largo plazo. La gestión de los datos ya no solo nos está aportando conocer el grado de satisfacción del empleado o el absentismo sino aplicada la Inteligencia Artificial podemos conocer mejor las emociones que impulsan los hábitos de compra o las necesarias mejoras en determinadas evoluciones tecnológicas. Todas estas variables hacen que la correcta lectura y manejo del dato sean ahora mismo principal en las empresas. Anticipar el futuro y preverlo son requisitos indispensables para las tomas de decisiones e inversiones empresariales.
De acuerdo, hasta ahora solo he aludido al campo de lo técnico o el juego que nos ofrece la manipulación de los datos, pero ¿solo con esto podemos considerarnos como buenos gestores o líderes en nuestras organizaciones? La respuesta es no ¿Pueden, en cambio, ayudarnos los datos a ser mejores líderes o gestores, aunque no tengamos competencias claras o innatas como líderes? La respuesta es sí.
Reconozco que por mucha base de datos que tengamos o seamos capaces de trabajar hay una parte consustancial al liderazgo subjetiva y complicada de estudiar y mucho menos pautar, es decir, una parte innata, personal e intrínseca que solo determinados líderes poseen. Las habilidades personales, esquivas ellas, son así. Según Daniel Goleman[1] lo que distingue a un líder no es tanto su capacidad técnica sino su capacidad de gestión de la llamada Inteligencia Emocional y lo determina en 5 skills:
– Motivación.
– Empatía.
– Habilidades sociales.
– Autorregulación.
– Conciencia de sí mismo.
No intento corregir al señor Goleman pero yo actualizaría alguno más, los tiempos han cambiado y creo que cuando los escribió no habitaban entre nosotros las redes sociales. Añadiría, por ejemplo, el hábito de tener la correcta habilidad de poder tener la capacidad de lectura de la realidad, algo así como “inmersión dentro del caos y salir indemne”. Una realidad como la actual, que destila millones de datos de información por segundo es imposible de dominar.
¿Pueden, por tanto, ayudarnos los dashboards a ser mejores líderes? Es obvio que no todo gestor o líder es apto para serlo ya que es una rara competencia o habilidad innata apta para unos pocos, pero es cierto que la correcta lectura de los inputs que la realidad produce bien digeridos puede depararnos un buen líder.
Así pues, si unimos un buen módulo de gestión, exposición y traducción de datos podremos cincelar un líder que, aunque no tenga competencias innatas como tal si que se le podrá atribuir la competencia de liderazgo y empoderada y acertada gestión.
El fin de una buena herramienta de workforce management o de gestión de fuerzas de trabajo es sobre todo demostrar eficacia y eficiencia en procesos críticos de nuestras organizaciones. Las soluciones que ofrecen en todos ámbitos incluso en el del liderazgo son claramente concluyentes.
1] What makes a leader? (Harvard Business Review Classics)